En este especial por Día del Minero también conversamos con Merardo Hernández, Segundo Burga y Pedro Carranza, quienes trabajan como muestreros de producción. En esta entrevista nuestros compañeros nos hablan de sus inicios en Gold Fields, su crecimiento en la compañía y sus anhelos como personas y padres de familia.

Es importante indicar que el muestreo es una de las principales etapas del proceso de nuestra operación y es clave para asegurar la calidad del mineral que producimos.

Antes de ser parte de Gold Fields, trabajé para una contratista. Mi labor era movilizar los testigos de la anterior mina que existía en la zona hacia la sala de logueo. Este era un trabajo totalmente novedoso para mí ya que yo solo tenía experiencia en actividades agrícolas.

Yo ingresé en el 2005, tenía 19 años y tuve la suerte de incorporarme a la compañía gracias al compromiso social de la empresa con mi comunidad. Desde mi entrada hasta la fecha he vivido una de las etapas más importantes de mi vida, ya que estando en Gold Fields nacieron mis dos hijos y yo me he podido desarrollar como persona.

Yo soy de Coymolache y mis recuerdos de pequeño eran sobre una minería que dañaba los ríos el suelo. Sin embargo, con Gold Fields todo ha sido muy diferente. Esta es una empresa minera con rostro humano. Aquí nos han enseñado a trabajar con seguridad y con valores. Nos han impulsado a superarnos y a respetarnos como personas.

Yo nací y crecí en el campo, luego tuve la oportunidad de ingresar a una empresa como Gold Fields y gracias a esta experiencia puedo soñar en grande y anhelar ver a mis hijos hacerse profesionales y personas de bien.

Llego a Gold Fields en abril de 2005. Recuerdo que, en mi comunidad El Tingo avisaron que necesitaban personal para trasladar las cajas con los testigos de las perforaciones antiguas que se ubicaban en un almacén donde hoy se encuentra el depósito de relaves.

Además del traslado, apoyé acomodando y limpiando las vías, así como limpiando cunetas. Luego participé en el muestreo de taludes, empezamos a hacer calicatas y zanjas, se inició la perforación con diamantinas y empezamos a subir a Cerro Corona hasta la parte más alta. Fui testigo de la primera voladura que se hizo y conformé el equipo que comenzó a construir los primeros bancos que hoy forman parte del tajo. He visto nacer Cerro Corona.

Nos han dicho que el final está cerca, sin embargo, siempre me sentiré orgulloso y agradecido con esta empresa por haber sido parte de su historia. A esta empresa le tengo que agradecer mucho. En todos estos años he tenido muy buenos jefes. Ellos me han instruido y enseñado a ser mejor persona y a superarme. Además, la empresa siempre nos ha capacitado.

Gracias a Gold Fields he podido realizar varios sueños. El más importante es ver crecer a mis hijos. El mayor está terminando sus estudios de Ingeniería de Minas en la Universidad Nacional de Cajamarca, el segundo estudia Geología y el tercero aún en la secundaria.

Mi vida de pequeño no fue fácil, sobre todo con 9 hermanos, por eso siempre doy gracias a Dios por haberme iluminado y haber sabido aprovechar la oportunidad de aprender y tener la voluntad de dejarme enseñar por personas buenas que conocí en Gold Fields. Siempre que me despierto doy gracias de tener un trabajo y sobre todo por estar en un lugar donde nos respetamos y nos tratamos como personas.

Yo entré a trabajar al área de Relaciones Comunitarias, como conductor. Ahí conocí a los primeros geólogos que llegaron a Corona. Uno de ellos me invitó a que forme parte del área de Geología y recuerdo muy bien cuando me dijo: “no solo vas a manejar. Acá nos vas a ayudar a todos los geólogos y así vas a aprender lo que hacemos”.

Tengo una hija de 20 años y estudia Ingeniería de Minas y la segunda todavía está en el colegio. Sueño que mis hijas sean personas felices, que logren sus metas profesionales.

Yo trabajaba como llantero y luego de mucho aprendizaje ingresé a trabajar al área de Geología. Me siento orgulloso de este camino que he recorrido. En Gold Fields he crecido y he podido lograr muchos sueños.

Ser parte de Gold Fields, con una cultura tan humana, me ha enseñado a ver la vida desde otra perspectiva. A ser honestos, trabajar con seguridad y demostrar que la buena minería, como la que hace Gold Fields, sí existe.

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