Hoy nuestra compañera nos comparte su testimonio como mamá minera, los desafíos que ha asumido como madre y trabajadora, y cómo vive la cultura Gold Fields en su hogar.

Para mí es muy gratificante trabajar como mamá minera, ya que me permite solventar los estudios, necesidades y demandas de mis hijos. Si bien es cierto que me enfrento al desafío de estar lejos de mis hijos y no poder acompañarlos todo el tiempo, me reconforta saber que estoy contribuyendo a su futuro.

Desde mi rol, he aprendido a llevar siempre conmigo nuestro lema “Si no podemos operar, de manera segura, no operamos” y lo aplicó en mi hogar brindando seguridad, confianza y tiempo de calidad a mis hijos. También les enseño a generar un ambiente de respeto y honestidad entre todos, y siempre apoyándonos unos a otros como un equipo.

Como madre minera me siento muy agradecida por las valiosas iniciativas que Gold Fields lleva a cabo en nuestra comunidad hualgayoquina. Especialmente resalto las que se enfocan en impulsar la salud y educación. Gracias a estos proyectos podemos mejorar la calidad de vida de nuestras familias y que nuestros hijos tengan mejores oportunidades a futuro.

Una de las experiencias más desafiantes que he vivido como madre minera ocurrió cuando mi menor hijo enfermó con una fiebre alta. En ese momento sentí gran angustia y temor, dudé en llamar a mi supervisor para solicitar permiso; sin embargo, tomé la decisión de comunicarme y explicarle mi situación. La respuesta fue inmediata y comprensiva. Me dijo que lo más importante era que estuviera con mi hijo en ese momento. Con esta anécdota, aprendí que durante el trabajo podrían surgir muchos inconvenientes, pero es muy importante saber comunicarnos con nuestros líderes, ellos siempre estarán dispuestos a brindar su apoyo cuando lo necesitemos.

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