Karla es operadora de Planta en el área de Procesos de Gold Fields y es mamá de Ever, de 27 años y Yerick, de 11 años. Es una mamá minera que nos llena de orgullo por su labor invaluable en nuestra operación Cerro Corona y por ser ejemplo de inspiración para sus hijos.
Hoy nuestra compañera nos comparte su testimonio como mamá minera, los desafíos que ha asumido como madre y trabajadora, y cómo vive la cultura Gold Fields en su hogar.
¿Qué significa para ti ser mamá minera y enfrentarse a constantes desafíos en una operación minera?
Para mí es muy gratificante trabajar como mamá minera, ya que me permite solventar los estudios, necesidades y demandas de mis hijos. Si bien es cierto que me enfrento al desafío de estar lejos de mis hijos y no poder acompañarlos todo el tiempo, me reconforta saber que estoy contribuyendo a su futuro.
Desde tu rol como mamá minera, ¿cómo llevas nuestra Forma de Ser Gold Fields a tu hogar?
Desde mi rol, he aprendido a llevar siempre conmigo nuestro lema “Si no podemos operar, de manera segura, no operamos” y lo aplicó en mi hogar brindando seguridad, confianza y tiempo de calidad a mis hijos. También les enseño a generar un ambiente de respeto y honestidad entre todos, y siempre apoyándonos unos a otros como un equipo.
“Me siento muy agradecida por las valiosas iniciativas que Gold Fields lleva a cabo en nuestra comunidad hualgayoquina”.
¿Cuáles son las iniciativas que más valoras de Gold Fields en tu rol como madre y profesional?
Como madre minera me siento muy agradecida por las valiosas iniciativas que Gold Fields lleva a cabo en nuestra comunidad hualgayoquina. Especialmente resalto las que se enfocan en impulsar la salud y educación. Gracias a estos proyectos podemos mejorar la calidad de vida de nuestras familias y que nuestros hijos tengan mejores oportunidades a futuro.
Cuéntanos alguna anécdota que haya sido desafiante en tu rol como mamá minera, y cuál fue tu mayor aprendizaje.
Una de las experiencias más desafiantes que he vivido como madre minera ocurrió cuando mi menor hijo enfermó con una fiebre alta. En ese momento sentí gran angustia y temor, dudé en llamar a mi supervisor para solicitar permiso; sin embargo, tomé la decisión de comunicarme y explicarle mi situación. La respuesta fue inmediata y comprensiva. Me dijo que lo más importante era que estuviera con mi hijo en ese momento. Con esta anécdota, aprendí que durante el trabajo podrían surgir muchos inconvenientes, pero es muy importante saber comunicarnos con nuestros líderes, ellos siempre estarán dispuestos a brindar su apoyo cuando lo necesitemos.